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miércoles, 31 de agosto de 2011

Las razas exóticas o maravillosas

La necesidad del hombre medieval de explicar el entorno físico en su totalidad, en función del plan salvífico, le hizo considerar la existencia - sin cuestionamiento - de las razas exóticas o maravillosas que forman parte de éste. Estas razas, ya presentes en la cultura Antigua grecorromana, fueron recontextualizadas en un discurso icónico religioso cristiano y, con esto, la cosmovisión medieval se metió de lleno en el problema de la alteridad, definible ésta, como la preocupación por el prójimo y su realidad. El discurso visual elaborado durante la Edad Media generó manifestaciones estéticas de carácter utilitario, los cuales pueden ayudarnos a darnos una idea no sólo de sus funciones religiosas, políticas y sociales dentro del mundo cristiano de la época sino también de la concepción que le servía para agrupar y diferenciar a los hombres cristianos de los no cristianos y semihumanos - seres monstruosos o maravillosos - y el destino que cada uno debía cumplir dentro del designio divino. La complejidad del mundo no suele admitir una simplificación tan sencilla como la teleológica, sin embargo, todas las cosmovisiones, incluida la cristiana, intentaron orientar al mundo hacia un fin último, como un patrón de simplificación de lo múltiple, como una reducción de la vida como parte de un todo. No dejar nada al azar o fuera del sistema cósmico cristiano, plantea una cuestión imperativa para la Iglesia medieval. Sería similar al proceso de nominar: nombrar - al modo que lo hace lo sublime kantiano - es poseer lo inasible y operar sobre éste como si fueran signos manejables, esto es, encerrar la desmesura de los confines creando zonas de comprensión caracterizadas por la existencia de estas formas maravillosas unidas a esos espacios lejanos. La vasta extensión del mundo no conocido, agobiante para la mentalidad medieval - la cual estaba atada con suerte al pequeño pueblo - es así controlada alejando el vacío de la existencia, el sin sentido vital. El nihilismo no debe considerarse patrimonio del hombre contemporáneo, y como ejemplo vale el de Gorgias - escéptico radical - que ya se lo había hecho probar a la filosofía antigua encaminándola a un callejón sin salida. La necesidad de definir la realidad física sin dejar margen de error habría traído aparejada la conveniente tranquilidad que da el vivir en un status quo metafísico significante. Así la otredad pasaría a ser un tema insoslayable para el cristianismo. El plan salvífico sólo podría funcionar si la realidad fuera entendida como una, donde lo único predicable de la otredad monstruosa es, sobre todo, su distancia espacial y no su gradación óntica en cuanto a lo semihumano.

Palabras claves: plan salvífico, razas exóticas, alteridad, proceso de nominar, nihilismo, status quo metafísico significante.

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ISIDORO, Alberto Martín. (CD-ROM) Jornadas de Monstruos y monstruosidades. Perspectivas disciplinarias, noviembre 2006, Buenos Aires, Argentina. “Las razas exóticas o maravillosas.” Instituto de Género, Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Buenos Aires, 2007, pp. 309-315. ISBN 978-950-29-1002-4 Referato: Si.