El corpus de obras investigado por el proyecto UBACyT 030, que consiste en la catalogación de la pintura española de los siglos XIX y XX del Museo Nacional de Bellas Artes, puede ser abordado desde diversos ángulos mediante: la realización de las biografías de los pintores; la caracterización del contexto de producción, circulación y recepción de las obras; la identificación de los mecanismos de legitimación que posibilitaron la consagración de artistas cuya fama en algunos casos se limitó a la península y en otros la trascendió; la descripción densa de determinadas tendencias estilísticas que agrupan parcialmente determinadas obras o pintores, entre otras. Cada profundización en uno de estos aspectos nos brindaría una nueva visión panorámica y no excluyente que nos permite extraer conclusiones de orden general, delinear paradigmas y dar cuenta de rasgos específicos de este tipo de arte. En esta investigación, nos abocaremos al luminismo levantino - corriente estilística finisecular decimonónica española - que tendrá un llamativo éxito comercial internacional y, también, su clausura en la figura de Joaquín Sorolla. Éxito comercial del que el coleccionismo argentino de fines del siglo XIX y principios del siglo XX no estará exento. Este movimiento, que podemos subdividirlo, a su vez, en luminismo valenciano y escuela luminista de Sitges, aunque surge hacia el fin del siglo XIX y se lo relacione de modo simplista a un impresionismo francés mal comprendido no sólo hundiría sus raíces en España en las corrientes realistas surgidas a mediados de siglo encarnadas en las figuras de Carlos de Haes y Ramón Martí y Alsina sino que también se desarrollaría en un intrincado juego de contactos estilísticos que triangularían el Levante español con la península itálica - especialmente, la escuela española romana, unida fuertemente a la figura de Mariano Fortuny-, y con Francia - sobre todo, la escuela de Barbizon -.
El luminismo aparecería no sólo como una alternativa al bituminoso academicismo sino que actuaría como la posibilidad de modernización moderada que el arte español finisecular se podía permitir sin causar grandes conflictos, además de desbrozar el camino para la aceptación del impresionismo, sensu stricto. La utilización de la pincelada vibrante, la investigación sobre la luz y el color, la creación de atmósfera a través del sutil juego de variaciones de textura visual, el aspecto abocetado y la trasgresión cromática sorprenden por su modernidad teniendo en cuenta la normativa plástica de la época. Aunque la pintura española siguió abrevando en las fuentes tradicionales, inculcadas institucionalmente desde las academias - San Fernando, San Carlos, Lonja catalana - y reforzadas por el sistema de becas a Roma o París, la aparición y paulatino desarrollo del luminismo acarrearía una renovación sin precedentes, tanto en los aspectos técnico-formales como en los temáticos. La luz, la gran protagonista que habrá de ser captada rápidamente en una pintura al plein air, pautaría tanto la factura final, caracterizada por la instantaneidad, como la preferencia temática por los la vida cotidiana del pueblo sin apelar a costumbrismos complacientes. La captación instantánea y lumínica de las formas, cercana al impresionismo pero ajena a sus planteamientos filosóficos, es el denominador común de estos artistas nacidos en el Levante, que no obstante su formación conservadora se atrevieron a incursionar técnicas inusuales, provocando un cambio sustancial en la manera de pintar. La presencia predominante del mar y su infinitud, la atmósfera costera y la sugestión hipnótica de la luz y sus matices propone al espectador involucrarse en una percepción de la realidad que es anterior a una primera estructuración gestáltica.
Además, es nuestra intención considerar los aportes del luminismo a la descentralización artística en cuanto a los grandes centros - Madrid, Barcelona, Valencia -, y el actuar como puente de unión entre la generación de Mariano Fortuny y la de Santiago Rusiñol, Joaquín Sorolla y Hermenegildo Anglada Camarasa.
Palabras clave: luminismo levantino, pintura española, catalogación siglos XIX y XX, Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, Joaquín Sorolla, Valencia y Sitges, escuela española romana: Mariano Fortuny, escuela de Barbizon, pintura al plein air
Luminismo levantino español, lazo de unión entre dos siglos.pdf
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Luminismo levantino español, lazo de unión entre dos siglos.ppt
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ISIDORO, Alberto Martín y PERESAN MARTÍNEZ, Andrea. VIII Jornadas de Estudios e Investigaciones Artes Visuales y Música, noviembre 2008, Buenos Aires, Argentina, "Luminismo levantino español, lazo de unión entre dos siglos.", Instituto de Teoría e Historia del Arte "Julio E. Payró", Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires, Argentina. pp. 217-231, 2010, ISSN 1515-2685. Referato: Si.
El luminismo aparecería no sólo como una alternativa al bituminoso academicismo sino que actuaría como la posibilidad de modernización moderada que el arte español finisecular se podía permitir sin causar grandes conflictos, además de desbrozar el camino para la aceptación del impresionismo, sensu stricto. La utilización de la pincelada vibrante, la investigación sobre la luz y el color, la creación de atmósfera a través del sutil juego de variaciones de textura visual, el aspecto abocetado y la trasgresión cromática sorprenden por su modernidad teniendo en cuenta la normativa plástica de la época. Aunque la pintura española siguió abrevando en las fuentes tradicionales, inculcadas institucionalmente desde las academias - San Fernando, San Carlos, Lonja catalana - y reforzadas por el sistema de becas a Roma o París, la aparición y paulatino desarrollo del luminismo acarrearía una renovación sin precedentes, tanto en los aspectos técnico-formales como en los temáticos. La luz, la gran protagonista que habrá de ser captada rápidamente en una pintura al plein air, pautaría tanto la factura final, caracterizada por la instantaneidad, como la preferencia temática por los la vida cotidiana del pueblo sin apelar a costumbrismos complacientes. La captación instantánea y lumínica de las formas, cercana al impresionismo pero ajena a sus planteamientos filosóficos, es el denominador común de estos artistas nacidos en el Levante, que no obstante su formación conservadora se atrevieron a incursionar técnicas inusuales, provocando un cambio sustancial en la manera de pintar. La presencia predominante del mar y su infinitud, la atmósfera costera y la sugestión hipnótica de la luz y sus matices propone al espectador involucrarse en una percepción de la realidad que es anterior a una primera estructuración gestáltica.
Además, es nuestra intención considerar los aportes del luminismo a la descentralización artística en cuanto a los grandes centros - Madrid, Barcelona, Valencia -, y el actuar como puente de unión entre la generación de Mariano Fortuny y la de Santiago Rusiñol, Joaquín Sorolla y Hermenegildo Anglada Camarasa.
Palabras clave: luminismo levantino, pintura española, catalogación siglos XIX y XX, Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, Joaquín Sorolla, Valencia y Sitges, escuela española romana: Mariano Fortuny, escuela de Barbizon, pintura al plein air
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ISIDORO, Alberto Martín y PERESAN MARTÍNEZ, Andrea. VIII Jornadas de Estudios e Investigaciones Artes Visuales y Música, noviembre 2008, Buenos Aires, Argentina, "Luminismo levantino español, lazo de unión entre dos siglos.", Instituto de Teoría e Historia del Arte "Julio E. Payró", Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires, Argentina. pp. 217-231, 2010, ISSN 1515-2685. Referato: Si.